domingo, 6 de junio de 2010

Satanás en el Infierno



Qué ves estando dentro del infierno se preguntaba, porque tenemos la imagen infernal como algo estereotipado; lava y muy rojo, pero cuando estas mucho rato en oscuridad te acostumbras y no te parece tan oscuro. quizás al estar en el infierno nada es tan fuerte, y tienes espacios de alegría.
Ella era el infierno y él era Satanás.
No entendía por qué continuar, pero imaginar la escena de rompimiento era una imagen tan patética que prefería evitarla de antemano. Ella era tonta, absolutamente tonta, y lamentablemente no tenía rasgos fisicos que lo demostraran, y esto era lo complicado pues debía justificar a los cercanos su cansancio. Era tan tonta que no sabía que tambien lo odiaba, y en cada encuentro ella lo volvía a abrazar con fuerzas, lo besaba en la boca y se colgaba de su cuello, él se estresaba con estas muestras sobreactuadas de un falso amor, y la desataba con frialdad. se alejaba, se volvía a acercar para que la gente no sintiera pena de ella, y es que estaba más conciente de lo que sentía el resto de la humanidad que lo que sentía ella. Parecía que tenían una distancia tan exajerada que hasta de los enemigos públicos se conectaba; la vez que los asaltaron, cuando los detuvieron por conducir borrachos, cuando la señora moralista los increpó por tener relaciones sexuales en el cementerio. Siempre se pudo envolver en el enemigo antes que en el llanto amargo de Leticia. Intentó recomenzar pensando porqué le gustó en un comienzo, pero en vez de eso, terminó por odiar recuerdos que parecían hermosos. Detestó haber sido amigo de su amiga, y estar presente en la fiesta de mechones de la Usach, odio que ella se curara y él ir a dejarla, que se cayeran sobre las ligutrinas, que se citaran para el cumpleaños de su prima y se escondieran bajo una mesa. Los encontraran y tener que hacer conocida su relación, odió que avanzara el tiempo, y celebrar dos aniversarios, ir a veranear con su familia y acompañarla a la matrona.
Detestó el momento en que se dijeron te amo, y comenzaron a hacer planes para el futuro, le pondrían Benjamín al bastardo, y Bernarda si era una malnacidita, tendrían un perro que se llamaría Nunca y el gato Jamás. Comprarían una casa de segundo piso, y tendría un fierro de bomberos para bajar rápido, era ridiculo, y ahora desagradable. Ella se enamoró y él le mintió sentir lo mismo, celebraron dos años más, y llegaba el ahora, en que la culpaba por convertirlo en un tipo desgraciado. Se lamentaba por ser el amigo que siempre iba acompañado, ser una persona compuesta, y no saber de soledad, se lamentaba de sobremanera de jamás haberse identificado con una canción triste de amor, que todas esas canciones hablabaran del otro como el dañante y él siempre tener una relación encantadora a los ojos ajenos, y que ahora, su más cercana aproximación al desamor debía ser el culpable, y sabía que ella lo odiaría y lloraría al saberlo, pero era toda una farza que se había creado para justificar sus palabras. Lamentaba que fuera tan tonta y poco veráz consigo. Detestaba que por su culpa ahora no sintiera nada, ni pena por ella ni asco por él, sólo había con el tiempo odiado los nombres Benjamín, Bernarda y sobretodo Leticia, odiaba sus ojos verdes sonriendo estupidamente. Odiaba que al hacerlo con ella deseaba masturbarse y llegar al objeto de una vez, y no pasar por esos momentos en que se cansaba, y lo dejaba a punto, o que le cambiara el ritmo, Odiaba caminar con ella de la mano y no poder escuchar canciones felices e imaginar una relación, en vez de tenerla. Odiaba que le hablara cuando estaba disfrutando de un momento intimo, al pisar las hojas en Otoño.
Debía terminar, no se toleraban, ella lo mataría un día, o él a ella, ¿porqué esperar que hubiera una víctima?
Pretendió darse un mes para eliminarla de su vida, sin embargo pasaron 5 meses de eso, y no era capaz, es que al final somos todos rutinarios, y el odiar a la gente no es el problema, sino vivir sin acostumbrarse a ello, ella lo odiaba y no lo pensaba, todos odian sus vidas y nadie lo sabe, ¿porqué tan utópico y buscar la felicidad?, Mejor resignarse, el privilegio de la soledad existe solo para algunos pocos dichosos, y él no será parte de ellos.