domingo, 18 de abril de 2010

La estrella



Nunca me hiciste sentir nada. Un día sin más me dijo en el desayuno. Nada de qué, no te entendí?, no me quisiste? le pregunté. Sexualmente, nunca me hiciste sentir nada.
Cuando la conocí estaba más blanca y mas flaca, unos cuantos años más joven, entendía que no era virgen y no me importaba, entendía que no era fiel y tampoco me importaba, incluso entendía que otros hombres la deseaban estando a su lado, y jamás me importo en lo absoluto. Yo tambien era actor de esos. Nos conocimos en el rodaje de Fonda Caliente, era Septiembre del 2002, yo me vestí de huaso pobre y ella huasa con plata, Nos veíamos, yo bebía chicha, ella se acercaba y sin decir nada tocaba mi chilena masculinidad. La fonda estaba vacia y lo hacíamos de varias formas, primero conocí su clitoris, más tarde conocí que le gustaba hacerlo encima mío, y mucho mas tarde que jamás se había enamorado, y le tenía rencor al sexo, producto de un trauma infantíl con un tío borracho. Cuando terminamos el rodaje, ella pidió un vaso de chicha, el director-productor-camarografo, y unico realizador y equipo, nos invitó, bebimos los 3 hasta muy tarde y luego se fué. A mi me llamó la atención que no sintiera deseos de llegar a algo con la actriz, luego ella me contó que era gay, y que le llamó la atención que no buscara nada en mí, Pero a los meses de nuestra relación entendimos lo profesional que era ese Maricon, y que no se mezclaba con los actores, ese mismo día nos dimos cuenta lo poco profesional que eramos y en contraparte, sexualizados.
Ella valoraba mucho mi dotación, y decía siempre quedar contenta, y yo estupido le creía, quizás debí alguna vez cuestionar el porqué nunca llegó a un orgasmo. El té se comenzó a enfriar y me preguntó que pensaba, sólo la mire y le dije que podía irse, ella ya lo tenía decidido, y calló para no hacerme sentir mal. Si te sirve de consuelo lo tienes mas grande que los demás. Le dí las gracias y dije, eso al menos me servirá para mantener mi trabajo. No lo creo, me respondió , las demas tampoco quieren trabajar contigo, hueles mal. Mi mundo se venía abajo, primero mi relación, segundo el trabajo, y finalmente, mis futuras relaciones. Ya sabes que tengo el bolso listo para irme, dijo. Pensé que el viaje sería a ver a tu madre. Pero no volveré, a menos que vuelva por otro que no seas tú. En ese momento comencé a tener una exitación, sentí que el pene quería hablar, pero hice lo posible por no oírlo, al fin era el culpable de todo.
Nunca me hiciste sentir nada, volvió a repetir. Yo que me enamoré de tu olor a transpiración. Yo que odiaba sentirte transpirar, ahora entiendes porqué prefería ir arriba?
Ahora entendía todo, mi carrera se venía al suelo, pensé que lo más inmediato una vez abandonado, sería masturbarme con una lija. Le pedí que se fuera y lo hice. Primero intenté hacerlo suave, pues el dolor era grande, al rato me olvidé del dolor fisico y pude hacerlo brusco, pensando en el dolor interno, odié ser hombre, eyaculé entre sangre y restos de fibra de lija. Llamé por teléfono al Diler más cercano, y al no encontrarlo llamé a Freddy (el director, productor camarografo), le conté mi rollo y me dijo que estaba al tanto de mi poco talento, que tenía mala suerte, le lloré un poco, pero como buen Maricon no se puso en mi lugar, antes de terminar me dijo que por eso nunca intentó comerme, me sentí un poco más mal, hubiera preferido ser gusto de hombres que de nadie. Puse en el Dvd nuestra primera pelicula, aquella de la fonda, a ratos detuve la imagen, me interesaba mucho ver la cara de asco y gozo enamorado de aquella primera vez, Creí en algun momento sentir sus piernas en mi hombro, y el lente en mis testiculos, ahora me sentía sólo. No era el de las peliculas, era solo un tipo con un gran problema de drogas y aliños.

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